Chinca C. Salas R
[[1]]
La boveda del cielo
me abrio los mares
los ojos alumbraban
costas y orillas saladas
eterna noche llamaba
viendo derramar el llanto
sombras de lluvia
que sacudian mis oidos
lagrimas conjugadas como rio
atandose en duro duelo
el calor infame aumentaba
quemandose los labios
tristes lamentos del beso
espuma y viento en silencio
decidia lento sobre muerte
suicidio involuntario veia
la mar fria sus ponia
devorandome sus besos
fatiga silenciosa del dia
palabras confusas de muerte
regios lares del cuerpo
espuma quebaña el cielo
sed de la brisa
hambre del cielo
que anida en mos mares.